Es la mayor exposición latinoamericana de tecnología de impresión, etiqueta, y empaque. Se realizó desde el 28 al 30 de octubre en Costa Salguero. “Los nuevos emprendedores llegaron acá buscando ideas para un negocio sustentable e independiente”, aseguran desde la organización. No es lo mismo hacer un recorrido en 3D del interior de un BMW que sentarse en la butaca y sentir el rugido de su motor. Tampoco es igual mirar un álbum de fotografías de exquisitos helados que sentarse en la plaza a saborear un cucurucho de chocolate. Mirar un partido de fútbol en una TV plana, HD y con cámaras por todos los ángulos es maravilloso, pero gritar un gol en la cancha es prodigioso. La virtualidad ofrece soluciones para casi todo, pero no reemplaza las experiencias sensoriales, únicas e indelebles de la presencialidad. Ese dato es central para los organizadores de Expográfika, la mayor exposición latinoamericana de tecnología de impresión, etiqueta y empaque post pandemia que rescata el espíritu de las emociones extremas, la adrenalina de ver, tocar y sentir un producto. Desde hace 30 años, Expográfika está calificada como la única feria nacional pensada, organizada y valorada como de nivel internacional. Es el escenario donde se muestran todas las cartas comerciales y económicas para encontrar “la” oportunidad, el momentum, la ocasión de construir nuevos y más modernos negocios. Esa oportunidad la potencia Héctor Palermo, organizador de la expo desde 2015, el año que se hizo en Tecnópolis, Palermo califica a Expográfika con un adjetivo que está de “moda”. Dice que es “rebelde”: “desde sus orígenes es así –confiesa Palermo- siempre busca lo nuevo, quiere cambiar lo establecido, a innovar”. Como todo lo disruptivo, no siempre es masivamente aceptado. Pero Palermo advierte un cambio en las nuevas generaciones de emprendedores. “Ellos advierten que la tecnología les abre la puerta del mundo. Para saber lo que puede suceder acá hay que mirar lo que sucede en Europa. Y ese desafío, el de ir más adelante en el tiempo, los atrae y seduce”. Los días 28, 29 y 30 de octubre se pudo ver desde cómo crear la embarcación más pequeña del mundo hasta cuáles son las tendencias de etiquetado del futuro pasando por el barbijo que cambia de color cuando detecta fiebre. Toda la innovación, la creatividad, la performance de las empresas líderes del mercado apagan las “pantallas” y reviven el contacto personal, directo y fluido de la presencialidad. El pabellon de Costa Salguero se llenó de expositores y creativos que mostraron todo lo nuevo de la industria gráfica, lo más moderno, que hay en Europa y lo que ya llega acá desafiando los límites que impuso el Covid. En Expográfika las empresas miran al mercado y el mercado conoce a las empresas. Un “enamoramiento” entre fabricantes locales, importadores, independientes y empresarios que ofrecen servicios gráficos, desde merchadising hasta gráfica vehicular y textil. Y con un plus: son los primeros y únicos expositores que este año ofrecieron a puertas abiertas sus productos, después de un año y medio de ver el futuro a través de una pantalla, volvió para tomar contacto con sus clientes y animarse, fiel a su espíritu, a plantear nuevos y más pujantes escenarios. “Somos la primera y única Expo del sector de este año que estuvo con la gente cara a cara y sin pantallas. Eso es excepcional y único y ofreció un escenario ideal para el reencuentro”.
Guía Gráfica